Por Agustín Cabanillas | Technical Office Leader Logistic & Industry
El sector de la logística y el transporte representa en España el 10% del PIB, con una cifra de negocio de 101.000 millones de euros al año, y casi un millón de puestos de puestos de trabajo. Pero más allá de estas cifras, la posición geoestratégica de España, situada en el sur de Europa, convierte a nuestro país en el lugar idóneo para el desarrollo del sector.
En un mercado global donde la competencia es atroz, esta industria se afana, día a día, por mejorar su eficiencia como un factor clave para su propia supervivencia. Y en esta carrera por optimizar los recursos, destaca el sistema de organización conocido como “Las 5S”, originario de Japón, concretamente de la factoría de Toyota, allá en la década de los 60.
Su denominación proviene de la primera letra, en japonés, de sus cinco principios básicos que hacen referencia a las fases necesarias para implantar esta “cultura”: Seiri (clasificación), Seiton (orden), Seiso (limpieza), Seiketsu (estandarización) y Shitsuke (disciplina). Estos cinco pasos pueden dividirse, a su vez, en dos: los tres primeros, orientados a la transformación del entorno, y los dos últimos, centrados en las personas.
Por ejemplo, en un almacén logístico, el primer principio, Seiri consiste en identificar todo aquello que no se usa, es decir, los productos innecesarios, de los cuales hay que deshacerse.
En segundo lugar, entra en juego Seiton, en esta fase se le asigna un lugar a cada cosa. Aquí es importante tener en cuenta colocar los elementos según la frecuencia de uso, es decir, tienen que colocarse en los lugares más accesibles los productos que se utilicen con más asiduidad. Tras asignar un lugar a cada cosa, hay que identificar cada elemento mediante cartelería o rotulándolo.


Por último, Seiso, esta fase consiste en eliminar las fuentes de suciedad. Así, evitaremos limpiar el máximo posible y se trabajará de forma más limpia y ordenada.


Con esto habríamos completado una primera fase, ahora solo faltaría lo más difícil, mantenerlo.
Entraríamos en el segundo bloque, enfocado a las personas, con el paso cuatro, Seiketsu o Estandarización. En esta fase, se establecen procedimientos y estándares para mantener las prácticas de clasificación, orden y limpieza en el tiempo. Por ejemplo, desarrollar listas de verificación para inspecciones regulares de limpieza y orden, y establecer protocolos para corregir desviaciones. Finalizaríamos con Shitsuke o Disciplina, que se refiere a mantener el rigor y el compromiso con los estándares establecidos. Por ejemplo, proporcionar capacitación regular a los empleados sobre las prácticas de las 5S, reconocer y recompensar el cumplimiento de los estándares, y corregir cualquier desviación de manera oportuna.
A pesar del tiempo transcurrido las 5s están muy de actualidad y son un “imprescindible” en prácticamente cualquier almacén, porque promueven la eficiencia, la productividad y la seguridad. Al optimizar el espacio, reducir los tiempos de búsqueda y minimizar los movimientos innecesarios, estas prácticas mejoran la eficiencia operativa y reducen los costes
Las 5S son más que un sistema de organización productivo, es prácticamente una filosofía. Su dimensión es universal y sus principios básicos resultan tan sencillos que parece que prácticamente hablemos de aplicar “sentido común”. Sin embargo, su puesta en funcionamiento no resulta tan fácil, ya que requiere algunos recursos, pero sobre todo voluntad y constancia para llevarlo a cabo con éxito. Una implantación fallida prácticamente echará por tierra cualquier intento futuro de puesta en funcionamiento. Pero en caso de éxito, sus beneficios están garantizados. Una prueba de ello es que casi la totalidad de las grandes empresas a nivel mundial como Boeing, Samsung o Hewlett Packard aplican estos principios.
Respecto a la dificultad de la implantación de las 5S, aunque no requiere grandes inversiones financieras, puede ser complicado debido a la resistencia al cambio, la necesidad de formación y el mantenimiento de la disciplina a largo plazo. Aunque no hay una cifra exacta de inversión, los costes asociados incluyen la formación del personal, la compra de equipos de organización y limpieza, y el tiempo dedicado a la implementación y mantenimiento del sistema
Entre las ventajas que conlleva la aplicación de este sistema, destaca la generación de espacios de trabajo más seguros, un descenso significativo de la siniestralidad laboral y una reducción de costes que se traduce en un incremento de la productividad y, en algunos casos, de la capacidad productiva. Además, las 5S mejoran significativamente la imagen de los espacios, optimiza su aprovechamiento y aumenta el rendimiento de éstos. Por tanto, al generar espacios de trabajo más agradables, la principal consecuencia es la mejora de la satisfacción de los empleados y, por consiguiente, su rendimiento.
Hoy en día, este sistema sigue siendo un imprescindible para cualquier empresa que quiera ser competitiva en el mercado logístico actual.
En definitiva, lejos de desaparecer, las 5s siguen más vivas que nunca y están presentes, en mayor o menor medida, en casi todos los sistemas de organización logística o industrial. No existe un porcentaje específico de adopción en las empresas de España o a nivel mundial, ya que varía según la industria, el tamaño de la empresa y otros factores. Sin embargo, se puede afirmar que las 5S son ampliamente reconocidas y aplicadas en una variedad de sectores industriales y logísticos debido a sus beneficios comprobados para la eficiencia y la productividad.
Además, gracias a su implantación durante más de seis décadas, su filosofía ha ido evolucionando y adaptándose a las nuevas circunstancias productivas. A lo largo de los años, su filosofía ha sido flexible y se ha ajustado a las nuevas circunstancias productivas y tecnológicas. Por ejemplo, en la era digital, se han integrado herramientas de gestión de datos y tecnologías de la información para mejorar la estandarización y el seguimiento de los procesos.
Las 5S se han adaptado para abordar desafíos modernos como la sostenibilidad ambiental y la gestión del cambio, lo que demuestra su capacidad para mantenerse como una metodología relevante y efectiva.

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